No sé a vosotros, a mí me gusta saber qué cara tiene la gente que leo.
Este es Carl Sandburg.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
A veces conocer el rostro de quien lees es una revelación, otras en cambio se te antoja un imposible, un desengaño, una sospecha de que alguien o algo te quiere engañar.
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A veces conocer el rostro de quien lees es una revelación, otras en cambio se te antoja un imposible, un desengaño, una sospecha de que alguien o algo te quiere engañar.
Un saludo.
Sí, bueno, igual he hecho trampa, todos los que he colgado me parecía que tenían algo, como poco, interesante. Un saludo, Javi, bienvenido.
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