EPÍLOGO
- y se dieron cuenta de que estaban desnudos-
¿Has visto a los ancianos en las plazas de Lisboa?
¿Has escuchado el murmullo que guardan sus huesos
y la luz en las opacas aguas del Tajo
que ya no se distingue de sus frentes?
¿Puedes comprender que cada piedra de sus veredas
y cada miga tirada a las palomas
no son ni sus piedras ni sus migas
sino cada uno de los sueños
que cada uno de sus muertos
regaló a la ciudad?
¿Sientes lo que yo
cuando uno de ellos abre su mano
y deja caer una estela de luz
a pesar del hambre?
¿Te has atrevido a observar sus ojos
aquellos por los que pasan las gaviotas
trayendo y llevando a las almas
de un lado al otro del gran río?
¿Has despertado
sintiendo la necesidad
de ir a tirar migas
y contar las piedras
a las plazas de Lisboa?
(de su libro La metamorfosis de un animal sin paraíso)
3 comentarios:
No lo conocía, pero me parece un poema enorme. Construir un poema a través de interrogaciones es un tarea difícil. Aquí es maravillosa. Buscaré el libro, por supuesto. Tiene un tono muy cercano, cálido y duro a la vez. Habrá que leer más.
"¿Has despertado
sintiendo la necesidad
de ir a tirar migas
y contar las piedras
a las plazas de Lisboa?"
Pues no a la de Lisboa, pero ciento de veces (y convertido en hecho tal necesidad) en la plaza del Pilar en Zaragoza.
Me encantan las preguntas, temo mis respuestas..
Un abrazo
Gracias, Ana, por el poema.
Un beso,
Julio
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