EL ROMPEOLAS, poema de David González
mi padre
se levanta temprano cada mañana
para ir a nadar
para ir a nadar
a la piscina municipal en invierno
y a la mar del cantábrico en verano
él se cree que así
me comenta mi madre, escéptica
no se va a morir nunca
desde la ventana del estudio
donde me encierro a escribir
desde por la mañana temprano
y durante las cuatro estaciones,
puedo ver la playa de mi padre
la arena que está pisando
y si tuviese a mano unos prismáticos
y forzara un poco la vista
podría, incluso, verle a él
hace tiempo, años, que no le veo
ni hablo con él
ni siquiera por teléfono
pero cuando luego
retiro mi frente del cristal
y acerco la silla
apoyo los codos sobre la mesa
y empiezo a escribir
lo hago con la confianza
y seguridad
del que se sabe
con las espaldas protegidas:
su padre está ahí afuera,
nadando
y no se va a morir nunca
2 comentarios:
Gracias, Ana, por colgar en tu blog este poema en particular. Un abrazo fuerte, niña. Tu colega David González.
No volverá a mirar la playa, pero él, siempre estará allí, rodeado por las olas y la arena...saludos
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