El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

martes, septiembre 28, 2010

Capitalismo, un poema de Ana Pérez Cañamares

CAPITALISMO





El hombre seboso y trajeado se cuela en nuestra cama cada noche

después de follarse al universo viene a susurrarnos nanas

su obsesión por nosotros no descansa nunca

en nuestros sueños nos persigue

con su disfraz de perro, de vendedor, de cura

de espiga de trigo, de pistola en el bolsillo

su disfraz de muerte, su disfraz de vida



sé que tú le gustas con ojeras

yo le pongo cachondo cuando estoy cansada

me quiere flaca aunque me tienta con chucherías

y a ti elegante aunque te duelan los huesos



me empuja a emborracharme pero no por diversión

sino para olvidar

que mis horas de ocio se cierran siempre con balance negativo



cuando estamos a punto de enfermar por agotamiento

nos premia con unas vacaciones

y nos tiende los billetes como el cazador

lanza un hueso al galgo que ahorcará mañana



me instiga a desear cosas que no necesito

aunque él nunca tiene para mí un regalo



dice que mis enemigos son aquellos

que quieren lo mismo que yo

porque no hay bastante

nunca hay bastante para todos



y nos cobra por lo que no es de nadie

por el agua de lluvia

por el sol y la arena

por los claros del bosque

y los manantiales



secuestra a mi amor durante 10 horas cada día

y cada día me lo devuelve más viejo



con sus brazos lascivos abraza a mi hija

y yo grito ¡huye!

-he visto los primeros signos de rendición

en su rostro inocente-

pero no sé mostrarle la puerta de salida



y más que mi felicidad, lo que a él le preocupa

es atisbar en mi cara un rastro de consuelo

que me permita llegar hasta la próxima tregua



cada día me pone café en los labios

para que aguante, y luego una pastilla

que me aplaque los nervios para que descanse y duerma

mientras él sigue haciendo conmigo lo que le viene en gana



(a veces se tumba sobre mí y yo con los ojos abiertos

miro al techo, y si se da cuenta me dice

que ya va siendo hora de pintarlo)



envenena la comida con que me alimenta

me prohíbe fumar mientras engorda mi ansiedad

y me quita los chupetes que podrían consolarme



provoca mi llanto

y después me obliga a maquillar las señales de la tristeza



si me pongo rebelde, ríe paternalista

cuenta que él también pasó por esa época

y mi rebeldía la rebaja a moda

que luce en camisetas los sábados por la mañana

cuando sale a comprar los cruasanes y el periódico



él me da detalle de cada asesinato, de todas las guerras

de las violaciones y los golpes de estado



pero tanta información me deja sorda y ya no escucho

los crujidos ni los llantos en voz baja

las señales del desmoronamiento



y él calla que cada muerto, cada herido

las mujeres violadas y los que sufren torturas

todos recibieron su visita antes de convertirse en lo que son ahora



se zafa de las culpas con promesas

pero yo sé que una palabra suya

bastará para condenarnos



y si desaparece es para espiar a salvo y oculto

en los bares, en los hoteles, en los baños, en las celdas



tengo que darle las gracias porque

¡tú eres una mujer moderna!, grita animoso

de las que habla inglés, trabaja en casa y en la oficina

va al gimnasio y aparenta menos edad de la que dice el dni

tienes nociones de pedagogía aunque apenas veas a tus hijos



y además fuiste bendecida con una vocación

para que puedas sentirte mejor que otras

(y yo callo que yo no quiero ser artista

si eso va a convertirme en diferente

porque ya me siento lo bastante sola

y no quiero competir en más carreras)



si muestro debilidad, susurra, todos querrán aprovecharse

(como si él dejara algo para los otros)

mejor será que despliegue arrogancia

(con todos menos con él)



de todo me habla pero no de quién recogerá los restos del naufragio

ni en qué lugar nos reuniremos los náufragos para organizarnos

para hacer un fuego, compartir la comida y quitarnos el frío



aunque antes hay que hacer acopio de fuerzas

para no abandonarse cada uno en su rincón



Un día, no sé cuándo, yo le voy a cobrar

sus cadáveres, las humillaciones

el secuestro de la inocencia

el expolio de los sueños



yo le voy a cobrar, no sé cuándo



y la primera puñalada que le voy a meter

va a ser por las caricias que no nos dimos

por los polvos que no echamos

tú y yo

cada vez que se cuela en nuestra cama

y nos dice que mañana, mañana, mañana

mañana el despertador sonará a las 6.30



y veinte minutos más de sueño

nos harán mejores soldados a su servicio



Te lo juro, mi amor. Una puñalada

por cada polvo que nos robó

y luego ya el resto, por los presos, por los indigentes

por los que dejan atrás casa y familia

por el dolor que no merecemos sufrir ni ver

por los campos arrasados

por los animales que se hacinan

por los niños que trabajan

por los ojos que se cierran por el cansancio y la muerte

por el tiempo que no volverá

por la vida que nos robaron

por la vida

mi amor

por la vida.


ANA PÉREZ CAÑAMARES

17 comentarios:

Edu dijo...

Me uno a esa puñalada. Que muera ya este incordio del corazón, este sistema de hambre.

Socialismo o Barbarie.

Un Beso Ana

Gsús Bonilla dijo...

es un extracto o el poema entero? recuerdo o se me antoja que era más largo, también me acuerdo que lo leíste en esquivias y que lo flipé; es uno de es uno de esos momentazos tabernopoético difíciles de olvidar, x eso eres grande dama.

Enea dijo...

"secuestra a mi amor durante 10 horas cada día

y cada día me lo devuelve más viejo"

Precioso, de veras. Un saludo.

jens peter jensen silva dijo...

Absolutamente impresionante, me lo llevo a mi blog ya!!!!
Y ya veré que ilustración le pongo, puede que una que ya había puesto, pero da igual, sí, una que le va, icono del S XX, del capitalismo y de la barbarie.
Gracias

Vale dijo...

Creo que presencié un recital donde leiste este poema...

bss, Ana

leolo dijo...

¡¡¡IMPRESIONANTE!!!
Me apunto a lo que dice Velpister y, con tu permiso, lo publico el viernes en mi blog Lagrimas en la lluvia.
Yo también me armo de ese utópico puñal. Que no cuenten con nosotros.

besos

eloy

entrenomadas dijo...

PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
así hasta media hora. No,no, hora y media.

Certero, punzante, extirpador, demoledor, real, con imágenes impactantes.

Besos, Ana

José Antonio Fernández dijo...

Uff. Menudo grito. La lectura no deja nada impasible, nada. Realmente movilizador de conciencias y muy recomendable la lectura para quien aún no sepa en que mundo vive. Mañana hay huelga y otro mundo es posible o no habrá mundo.
Te felicito

Ana Pérez Cañamares dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios.
Siempre he sentido mucho pudor en ser la voz de nadie aparte de mí misma. Por eso en todos mis poemas hablo con mi voz, aunque intente buscar lo que puede conectarme con los demás, o quizá, lo que puede conectar al otro conmigo o puede conectarnos a todos. Pero de todos mis poemas, este es el que siento menos mío, el que me parece más escrito por mí y sobre todo por todos mis compañeros.
Fue duro de escribir, porque intenté hablar de todo lo que me indigna diariamente. Está escrito en varias tandas, a las ocho menos cuarto de la mañana, en el bar donde me tomo el café cuando dejo a mi hija camino del instituto. Escrito en un bar frente al Santiago Bernabéu, un bar en el que una de las camareras- que ya no trabaja allí- se quejaba de que cuando hay partido tenía que hacer turno doble, y llegaba a su casa a la una de la mañana y tenía que abrir el bar al día siguiente a las siete de la mañana. Ese día -como otros- no veía a sus hijos, claro. Y yo me sentía una privilegiada, pero una está cansada hasta de eso, y de la culpa, y de la impotencia, y de la rabia.
Me costó mucho escribirlo. Cada vez que me ponía con él, sentía ganas de llorar. Quizá no sea el mejor poema desde un punto de vista "poético", pero es el poema más necesario que he escrito.
Gracias por compartirlo conmigo. Podéis llevarlo donde queráis, faltaría más.
Abrazos.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Aparecerá, por cierto, en dos antologías: una que prepara David González y otra por Víktor Gómez. Gracias a los dos también.

Jesús Ge dijo...

Maravilloso.

Un poema... necesario.

un abrazo.

Ricardo Bórnez dijo...

Yo no creo que sea el menos tuyo, creo que es de otra manera y hoy, como comentábamos el otro día, en la negra realidad que vivimos, son tan necesarios como los más íntimos. Su valor poético lo tiene, y mucho, de verdad, aunque se salga de tu línea general, pero sobre todo es necesario, como los de Antonio Orihuela o los de Eduardo Andradas.
Felicidades y bicos, me lo llevo a mi blog.

Manuel Márquez dijo...

Rotundo, compa Ana. No se me ocurre nada más (ni nada menos…). Un abrazo y buen día.

Apoptosis mental dijo...

:___)

Ante todo, no olvidemos que una única puñalada no siempre es suficiente.

Y lo de ayer sólo fue un pellizco. Hay que seguir desangrando a la bestia.

Para recuperar lo que nos pertenece. Para recuperarnos.

Gracias por esto.

Natacha dijo...

Gracias por emocionarme con tu poesía. Hacía tiempo que no me tocaba la palabra escrita de esta manera. Gracias

Marinero en Marte dijo...

Brutal. Enorme poema.

Departamento de Filosofía dijo...

Desconocia este gran poema.me ha encantado.gracias